Hoy, 27 de septiembre, el planeta Tierra entra en déficit ecológico, entendiendo como tal el diferencial entre los recursos naturales que se generan anualmente y los que se destruyen. Para ello, la humanidad ha tardado menos de nueve meses en acabar con el "presupuesto" de recursos naturales que disponía para este año 2011.
Al actual ritmo de consumo y explotación de recursos, desde hoy y hasta finales del año, la demanda de bienes y servicios naturales sólo puede ser satisfecha explotando los recursos a un ritmo por encima de las posibilidades ecológicas de la Tierra para reponerlos o regenerarlos. La consecuencia de no hacerlo es una acumulación de contaminantes y de otros impactos superior a lo que la Tierra puede asumir. Vivir a crédito, en un sistema mundial que se basa en el crecimiento infinito del consumo en un planeta finito, conlleva una pesada carga extra que degrada los fundamentos que sustentan nuestra propia existencia sobre el planeta.
El consumo del presupuesto natural del planeta está, además, repartido de forma desigual entre países. España, Reino Unido y demás países industrializados consumen su parte proporcional del presupuesto durante el primer tercio del año y pasan a depender de los recursos del resto de países hasta final del año. La población del globo necesitaría cinco planetas para vivir al ritmo de consumo de recursos de una persona de Estados Unidos y tres planetas para vivir como una de España. Pero sólo un planeta para vivir como una persona de la India. España consume 3,35 veces más que su biocapacidad: si la población española tuviera que subsistir con sus propios recursos, al ritmo actual estos se habrían agotado el 19 de abril.
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