Desde Aranzadi Auzolanean queremos denunciar el abuso de poder del Ayuntamiento de Pamplona y de la empresa constructora Obenasa en la resaca judicial de la destrucción de la huerta comunal. Durante las últimas semanas del verano, la presencia policial aumentó en el meandro para dar apoyo logístíco a las máquinas de la constructora mientras destrozaban la huerta que entre muchas personas volvíamos a construir también una y otra vez.
Las órdenes de destrozar dichas huertas, la vegetación de ribera... todo cuanto tenía valor en Arantzadi (la huerta de Beroiz, la rica fauna, la increíble tierra fértil, el entorno único, los productos de kilómetro 0...) venían directamente de los concejales del Ayuntamiento con el beneplácito de Enrique Maya.
Las órdenes de destrozar dichas huertas, la vegetación de ribera... todo cuanto tenía valor en Arantzadi (la huerta de Beroiz, la rica fauna, la increíble tierra fértil, el entorno único, los productos de kilómetro 0...) venían directamente de los concejales del Ayuntamiento con el beneplácito de Enrique Maya.
A lo largo de aquellas semanas varias personas fueron detenidas por intentar impedir dicha destrucción, por intentar ganar tiempo, por intentar salvar Arantzadi de la lógica progresista del cemento y el dinero. Estaban defendiendo el patrimonio natural y cultural de la ciudad. Sin embargo, la moneda con la que se les ha pagado ha sido el procesamiento penal de sus actos. Ya hay dos penas de seis meses de cárcel cada una, junto con una indemnización indeterminada tanto para Ayuntamiento como para Obenasa. No obstante, sigue habiendo procedimientos abiertos contra estas personas, los cuales no conocemos cuál será su alcance. ¿Cómo piensan pagarnos a los ciudadanos el coste de destruir la zona más emblemática de huertas de la ciudad? ¿Cómo contabilizar el suelo productivo arrasado? ¿Y los árboles talados? Animamos a las personas de Iruñerria a pasear por el meandro estos días y contemplar el desolador paisaje que presenta gracias a la actuación del Ayuntamiento.
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