El 5 de junio se celebra el Día mundial de Medio Ambiente auspiciado por la ONU en conmemoración de la Conferencia de Estocolmo, la primera gran cumbre sobre cuestiones ambientales internacionales. Siguiendo una de las máximas del movimiento ecologista, “Piensa global y actúa local”, es un buen momento para reflexionar sobre nuestra realidad ambiental más cercana y pensar en todas aquellas medidas a nuestro alcance para evitar el más que probable colapso de nuestra vida en la tierra sí continuamos por el mismo camino. Urge iniciar la transición ecosocial promoviendo alternativas de cambio para ajustarnos a los límites biofísicos del planeta con una sociedad en conexión con la naturaleza, más justa y feliz.
Estamos preocupados en abstracto por
los problemas ambientales pero nos cuesta mucho, tanto en el ámbito
personal como político, adoptar medidas osadas y efectivas para
combatirlos. En nuestra opinión, la controversia surgida en torno al
proyecto de carril bici y modificación del tráfico en Pío XII –
Baja Navarra en nuestra capital es un claro ejemplo de ello.
Se firman acuerdos y compromisos, se
elaboran muchos planes, estrategias, hojas de ruta… con muy buenas
intenciones y objetivos de mejora, con cifras casi utópicas, pero
la realidad es tozuda y los datos objetivos muestran una realidad
ambiental sin mejoras. A modo de ejemplo, en diciembre de 2015 el
Gobierno de Navarra firmaba en París el acuerdo Under2Mou por el
cuál más de 100 regiones del mundo se comprometen a reducir para
2050 sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 80%, unas
cifras totalmente inalcanzables sin haber adoptado o planificado
medidas radicales de cambio. Desgraciadamente, las emisiones directas
de gases de efecto invernadero (GEI) aumentaron en el año 2015 en
Navarra un 5,25% hasta alcanzar los 5,23 millones de toneladas. Este
dato pone fin a una tendencia descendente que venía produciéndose
desde 2010.
(http://www.navarra.es/home_es/Actualidad/Sala+de+prensa/Noticias/2017/04/21/emisiones+directas+gases+efecto+invernadero.htm )
(http://www.navarra.es/home_es/Actualidad/Sala+de+prensa/Noticias/2017/04/21/emisiones+directas+gases+efecto+invernadero.htm )
El aumento se debe al incremento de
emisiones en el sector de transformación de la energía, tanto en
producción de electricidad como en combustión, así como en el
sector industrial y en el de transportes. Según datos del inventario
de emisiones GEI de Navarra, elaborado por la Dirección General
Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, el sector que más
contribuye actualmente a las emisiones en Navarra es el industrial
con un 29%, seguido del sector transporte (22%) y del sector primario
(21%), ambos al alza en los últimos años. Pocas cosas han cambiado
con el actual Gobierno de Navarra en estos sectores, y especialmente
sangrante es el poco avance en transporte y movilidad, tenemos muchos
coches, mucha autovía - autopista pero los sistemas de transportes
público, en especial los interurbanos, dejan mucho que desear.
Reducir emisiones se puede con apuestas decididas, por ejemplo como
Zaragoza donde con carriles bici, tranvías – autobuses y
limitaciones al coche han reducido las emisiones de GEI en su ciudad
en un 30%. Nuestra realidad es más cruda, según los datos
disponibles en el Instituto de Estadística de Navarra, el “Tráfico
medio diario de Vehículos por Autopista” está creciendo
considerablemente desde 2013, así como el número de coches
matriculados y el número de vehículos totales, el Consumo eléctrico
total (MWH) ha aumentado un 1,36% en 2016 respecto a 2015, y en 2015
fue un 2,36% más que en 2014. Todo indica que esta tendencia
creciente va a continuar y de hecho los datos de enero – abril de
2017 ya son claramente superiores a los mismos del año anterior. Por
todo ello, no extraña que la calidad del aire de la Ribera continuó
siendo deficiente en 2016, debido al ozono de los días calurosos del
verano.
Parece lógico, también, que el
aumento de las emisiones en el sector primario guarde una clara
relación con la apuesta por el Canal de Navarra, la creación de
nuevos regadíos y un modelo de agricultura y ganadería
industrializado.
En términos generales, nos gusta el
recientemente aprobado Plan de de Residuos de Navarra 2017- 2027
donde una de las prioridades que se plantea es la reducción en la
generación de residuos, un 10% para 2020. Un plan con unos objetivos
ambiciosos: 100%
recogida selectiva obligatoria de orgánicos, 70% valorización
material de residuos orgánicos,
100% pretratamiento fracción
resto y 0% vertido directo.
Ni en el mejor de los sueños
habríamos esperado unos compromisos políticos de este calado, pero
el papel lo soporta todo y la realidad y sus indicadores muestran un
escenario muy diferente. En el último año de referencia de 2014 a
2015 la generación de residuos domésticos y comerciales se ha
aumentado en un 1,70 % en Navarra. El incremento de los residuos
industriales no peligrosos de 2010 a 2015 ha sido de un 7,38 % y en
el último año registrado, 2014 a 2015, el incremento en la
generación de residuos industriales no peligrosos ha sido de 2,79%.
Urge aplicar medidas reales, no
necesariamente grandilocuentes , por eso nos gustan tanto realidades
como el descuento introducido por la Mancomunidad de Valdizarbe en
la factura por colaborar en la recogida selectiva materia orgánica
(compostaje doméstico o contenedor marrón).
Nos gustaría estar equivocados pero
todo parece indicar que algunos indicadores ambientales descendieron
en años anteriores debido a la crisis económica, pero empiezan a
remontar claramente a partir de 2012 - 2014 porque no se han
producido cambios importantes en las políticas y en la gestión.
Si repasamos el Acuerdo programático
2015-2019 que sustenta el actual gobierno, también observamos
múltiples compromisos de política ambiental por hacer: “Ley
integral para la movilidad sostenible, Avanzar en la eliminación de
transgénicos, Elaborar, aprobar e implantar una Estrategia Ambiental
Integral y transversal con horizonte 2020, Incidir en la reducción
de gases de efecto invernadero, Definir figuras legales de protección
y planes de manejo para las especies de fauna y flora catalogadas
UICN, Plan de control de especies invasoras, Plan de defensa de la
riqueza forestal y de ordenación integral de los recursos naturales,
Impulsar la creación de una entidad pública para la gestión de
toda la política energética y el cambio climático, Acciones que
fomente todo tipo de acciones que fomenten el ahorro y eficiencia
energética en todos los sectores, Fomentar el asociacionismo
ciudadano por el cambio de un modelo energético (cooperativas)”;
y la legislatura ya ha atravesado su ecuador. Muchos planes, hojas de
ruta o estrategias sectoriales, pero ni está ni se espera esa
Estrategia Ambiental Integral acordada. También echamos en falta
iniciativas legales en política ambiental, a día de hoy todavía no
se ha tramitado ninguna Ley de corte ambiental.
La apuesta por las grandes obras
(TAV, Canal de Navarra…) como paradigma de progreso debe pasar a
ser algo del pasado, queda claro ya que nos impedirá alcanzar los
objetivos de sostenibilidad que nos hemos fijado. Observamos con
optimismo como cada vez se ven más bicicletas en nuestras calles o
más personas reciclan la materia orgánica de sus basuras, sólo
falta una acción política de impulso y apoyo a estos esfuerzos de
la ciudadanía, con hechos y acciones concretas y decididas. El
tiempo pasa, también la legislatura, y ha llegado el momento de
actuar.
Ekologistak Martxan - Iruñea
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