Un tercio de la población de Navarra respiró aire contaminado
Tres cuartos de la Comunidad soportaron una contaminación que daña los bosques y cultivos
230.000
habitantes de Navarra respiraron aire contaminado durante 2016. El
Informe anual de Calidad del Aire de Ecologistas en Acción-Ekologistak
Martxan concluye que el 36% de la población
y el 74% del territorio de la Comunidad Foral de Navarra estuvieron
expuestos a unos niveles de contaminación que superan las
recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud. El cambio
climático, el repunte del tráfico, el fraude en las emisiones de
los automóviles y la apuesta por las energías sucias en detrimento de
las renovables, entre las causas de un problema que afecta a la salud de
la ciudadanía, pero también a los cultivos, bosques y espacios
naturales.
El
informe elaborado por Ecologistas en Acción-Ekologistak Martxan analiza
los datos recogidos en 700 estaciones oficiales de medición instaladas
en todo el Estado español, entre ellas 10
situadas en Navarra.
En lo que respecta a Navarra, entre sus principales conclusiones, destacan:
- En 2016, se ha producido una reducción general de los niveles de contaminación de partículas en suspensión (PM10 y PM2,5), dióxido de nitrógeno (NO2), ozono
troposférico (O3) y dióxido de azufre (SO2),
recuperando aparentemente la tendencia decreciente iniciada en 2008 con
la crisis económica. La contaminación generada desde la ciudad de
Pamplona, las autopistas y autovías, las centrales
térmicas de ciclo combinado en Castejón y determinadas instalaciones
industriales se extiende por el territorio afectando a zonas más
alejadas y rurales en la forma de ozono troposférico.
-
El informe de Ecologistas en Acción-Ekologistak Martxan toma como
referencia los valores máximos de contaminación recomendados por la
Organización Mundial de la Salud (OMS) y el objetivo
a largo plazo para proteger la vegetación establecido por la Unión
Europea. De acuerdo a esos niveles, el aire contaminado afectó en 2016 a
un tercio de la población y tres cuartas partes del territorio de
Navarra.
-
Respecto a la legislación estatal, los límites legales para la
protección de la salud humana se han superado en la estación de Olite en
relación al contaminante ozono. Además, en tres de
las seis estaciones de referencia en la Comunidad para la evaluación de
los niveles para la protección de la vegetación (Funes, Olite y
Tudela), se ha superado el objetivo legal establecido para el ozono
durante el quinquenio 2012-2016, situándose en 2016
también las restantes estaciones de referencia (Leitza, Alsasua y
Sangüesa) por encima del objetivo a largo plazo, por lo que puede
concluirse que la totalidad de los cultivos, montes y espacios naturales
de Navarra están expuestos a niveles de ozono que dañan
la vegetación.Y la superficie expuesta a niveles de contaminación que
exceden de los legalmente permitidos para proteger los cultivos
agrícolas y los ecosistemas naturales alcanzó 4.000 km2, dos quintas partes del territorio navarro, correspondiente
asimismo a La Ribera.
-
El ozono troposférico es el contaminante que presenta una mayor
extensión y afección a la población, con unos niveles que se mantienen
estacionarios o incluso al alza. Esto se debe al incremento
de las temperaturas medias y de las situaciones meteorológicas extremas
(olas de calor) durante el verano, como resultado del cambio climático.
Durante 2016 sus niveles se han mantenido por debajo de los de 2015 y
2014, de manera que la Ribera y la Montaña
de la Comunidad de Navarra han seguido expuestas a concentraciones de
ozono peligrosas para la salud humana y/o vegetal.
-
Un problema puntual de calidad del aire es el planteado por la fábrica
de Magnesitas Navarra en Zubiri, en la Montaña de Navarra. Durante 2016
se registraron en su estación de medición
niveles elevados de dióxido de azufre (SO2) y en menor medida de dióxido de nitrógeno (NO2).
-
El descenso de la contaminación del aire fue consecuencia en primera
instancia de la coyuntura meteorológica, caracterizada por una menor
estabilidad atmosférica, y en menor medida de la
reducción de la producción eléctrica en centrales térmicas. No
obstante, hay señales preocupantes: el repunte del tráfico por carretera
(el consumo de combustibles de automoción en 2016 fue superior al de
los cuatro años anteriores), el fraude en los sistemas
de certificación de las emisiones de los automóviles o “dieselgate”, el
aumento del consumo de electricidad (recuperando los niveles de 2008), y
el abandono de las energías renovables.
-
La contaminación del aire debería abordarse como un problema de primer
orden, tal y como se deriva del Informe elaborado por Ecologistas en
Acción-Ekologistak Martxan. Cada año se registran
más de 24.000 muertes prematuras en el Estado español por afecciones
derivadas de la contaminación del aire, de acuerdo a las últimas
estimaciones de la Agencia Europea de Medio Ambiente.
-
Los costes sanitarios derivados de la contaminación atmosférica
representan al menos 50.000 millones de dólares al año, un 3,5% del PIB
español, según el Banco Mundial, sin considerar el
coste de los daños provocados sobre los cultivos y los ecosistemas
naturales.
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La información a la ciudadanía por parte de las administraciones
públicas no es ni adecuada ni ajustada a la gravedad del problema.
-
Los Planes de Mejora de la Calidad del Aire para reducir la
contaminación son obligatorios según la legislación vigente. Pero, en el
caso del ozono, el Gobierno de Navarra lleva años omitiendo
la elaboración y aplicación de dichos planes, en la zona de La Ribera,
donde resultan preceptivos. Se trata de una negligencia que está
poniendo en peligro la salud de sus 190.000 habitantes y de los cultivos
y bosques de la zona.
-
Las principales vías de actuación para reducir la contaminación del
aire son la disminución del tráfico motorizado, la reducción de la
necesidad de movilidad y la potenciación del transporte
público. Es necesario además dar facilidades a la bicicleta en las
ciudades. Así como la adopción generalizada de las mejores técnicas
industriales disponibles y la reducción drástica de la generación
eléctrica por centrales térmicas.
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