Ekologistak Martxan muestra su apoyo y solidaridad con las tres personas procesadas ante la Audiencia Nacional, que mostraron en Toulouse su rechazo al destructivo megaproyecto que supone el TAV, utilizando como inofensiva y dulce herramienta la broma.
La construcción del TAV además de las consecuencias nefastas sobre el medio ambiente, el sobre-consumo energético y el gasto público (entre otras), ejerce una agresión sobre la población que se ve obligada al desalojo forzoso, mediante el uso de la fuerza llegado el caso, y/o a sufrir en primer término los impactos cotidianos del TAV.
No se entiende desde ningún ángulo del que se analice, la desproporcionada reacción contra los 3 comediantes que quisieron tratar un tema serio, doloroso, injusto, impuesto, y hasta violento, mediante el lenguaje de la risa y la acción cómica. Donde nadie resultó dañado físicamente. Recurso humorístico, que además, ya fue utilizado en anteriores ocasiones por Noel Godin que endulzó a tartazos los rostros de personalidades como Jacques Delors (cuando era presidente de la Comisión Europea), Nicolas Sarkozy (presidente francés) y el magnate Bill Gates, entre otros muchos… sin que existan antecedentes de una reacción política y judicial tan desmesurada como llevarlo a la Audiencia Nacional por presunto delito de atentado a la autoridad.
La construcción del TAV además de las consecuencias nefastas sobre el medio ambiente, el sobre-consumo energético y el gasto público (entre otras), ejerce una agresión sobre la población que se ve obligada al desalojo forzoso, mediante el uso de la fuerza llegado el caso, y/o a sufrir en primer término los impactos cotidianos del TAV.
No se entiende desde ningún ángulo del que se analice, la desproporcionada reacción contra los 3 comediantes que quisieron tratar un tema serio, doloroso, injusto, impuesto, y hasta violento, mediante el lenguaje de la risa y la acción cómica. Donde nadie resultó dañado físicamente. Recurso humorístico, que además, ya fue utilizado en anteriores ocasiones por Noel Godin que endulzó a tartazos los rostros de personalidades como Jacques Delors (cuando era presidente de la Comisión Europea), Nicolas Sarkozy (presidente francés) y el magnate Bill Gates, entre otros muchos… sin que existan antecedentes de una reacción política y judicial tan desmesurada como llevarlo a la Audiencia Nacional por presunto delito de atentado a la autoridad.
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