En 2011, la irrupción del 15M ha marcado los movimientos sociales españoles (y no solo), pero también el devenir político estatal. Este es el hecho más significativo, por encima de la crisis y de la hegemonía alcanzada por el PP en las instituciones.
Pero el año que ahora termina también tiene varios nombres propios para Ecologistas en Acción: Durban, Fukushima, Plan de Generación Eléctrica para 2020, Vive el Ebro o los Ingenios de Producción Colectiva, que han guiado su actividad durante el año.
Este ha sido una año de elecciones con sonoras victorias del PP, pero sin un aumento en su fuerza real en número de votos, tanto en las municipales y autonómicas, como en las generales. Ante estas citas electorales, desde los cinco grupos ecologistas de ámbito estatal, se ha realizado una potente y detallada propuesta de programa hacia la sostenibilidad. También ha sido una oportunidad para que Ecologistas en Acción hiciese campaña en la calle bajo el lema “no nos representan”.
El nuevo Gobierno popular no parece iniciar su andadura con sensibilidad ambiental, como tampoco la ha tenido el Gobierno socialista, a pesar de su evidente esfuerzo por favorecer la participación en la segunda parte de la legislatura. Sobre la mesa del nuevo Ejecutivo, seguirán proyectos a los que el Gobierno de Zapatero no quiso dar carpetazo. Destacan el derribo del hotel del Algarrobico, y la Declaración de Impacto Ambiental negativa de la refinería Balboa.
Ecologistas en Acción ha realizado el grueso de su trabajo de cara al extinto Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino en cercana y franca colaboración con Amigos de la Tierra, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF.
Sin embargo, para la organización ecologista, el elemento más importante a nivel político del año ha sido la irrupción del 15M. De este modo, gran parte de las movilizaciones en las que Ecologistas en Acción ha participado durante este año han sido las del movimiento indignado. No lo ha hecho como organización, pues el 15M es un movimiento de personas, pero sí ha enfriado su agenda para centrar los esfuerzos de sus activistas en el 15M.
Los pequeños pasos adelante
Ecologistas en Acción se alegra de algunas luchas ganadas, con su contribución, durante este año. Tal es el caso de Declaraciones de Impacto Ambiental que, después de mucha presión, han sido finalmente negativas, como las de los proyectos hidráulicos alrededor del Tietar y la ampliación del Puerto de Tarifa.
Otro ejemplo son la negativa del Parlamento Europeo a renovar el acuerdo de pesca con Marruecos por su ocupación del Sahara Occidental, y la nueva normativa europea contra el aleteo de tiburones.
En este apartado de victorias se puede inscribir la ampliación del Parque Nacional de Cabrera. También el abandono de proyectos como el del túnel de los Alcores del AVE Sevilla-Almería, el del dragado en profundidad del Guadalquivir, la sanción a la mina Las Cruces, o la anulación del Plan de Infraestructuras del Plan Regional de Residuos Industriales de Castilla León.
Las respuestas a la crisis ambiental
El tema energético, un año más, ha sido fundamental. No en vano nos encontramos ya, con toda probabilidad, en el pico del petróleo. Ante ello, Ecologistas en Acción ha presentado sus propuestas en el plano legislativo (junto a otras organizaciones), ha apoyado proyectos internacionales como el ITT (destinado a no sacar el petróleo de las entrañas de la tierra), ha denunciado las trabas y recortes a las renovables. Pero, sobre todo, Ecologistas en Acción ha elaborado y presentado públicamente una propuesta de generación eléctrica hasta 2020 factible, necesaria y ecologista.
La propuesta de generación eléctrica para 2020 de Ecologistas en Acción elimina la generación de electricidad por centrales nucleares en un año en el que hemos vivido un nuevo desastre nuclear, esta vez en Japón. Sobre este accidente se ha coordinado una parte importante de las actividades del colectivo, como acciones, movilizaciones, o la iniciativa de “sitios desnuclearizados”. Las peticiones se han centrado en el cierre de las centrales españolas y en el no al cementerio nuclear, todo ello denunciando las más que tímidas medidas del Ejecutivo español, que contrastan con lo que está ocurriendo en otros lugares de Europa como Alemania o Italia.
En el ámbito energético, además, se ha abierto un nuevo frente y es el de la fractura hidráulica, que implica un impacto mucho mayor que la convencional para extraer el gas de esquisto. Ecologistas en Acción se opone a estos proyectos en el extranjero por parte de las multinacionales “españolas” como Repsol, y también en lugares como Cantabria o Araba.
La lucha contra el cambio climático ha tenido una fecha clave en la fracasada cumbre de Durban, donde lo que se ha firmado ha sido que se van a superar los 2ºC y se da control al Banco Mundial de los fondos climáticos. Ecologistas en Acción, desde principio de año, ha intentado que el resultado fuese otro con acciones, la campaña “Cuidades y cambio climático”, su presencia en Durban o con un especial interés en este tema en sus reuniones y comunicaciones con el Gobierno.
La calidad del aire, nuevamente, ha sido un eje del trabajo del colectivo, que ha pivotado sobre la presentación del informe de calidad del aire, que se ha plasmado luego en intensas campañas y denuncias en distintos municipios. Estos trabajos han visto sus frutos con la aprobación del Plan de Calidad del Aire, aunque se hace en un contexto de inactividad y rebaja de los estándares.
Relacionado con la calidad del aire está la movilidad. Durante el 2011 hemos asistido a la puesta en marcha del límite de 110 km/h y su posterior, e incomprensible, retirada. También a la no aplicación de la Euroviñeta en España, aunque será obligatoria a dos años vista. Ante ello, la organización ecologista ha seguido presionando por las restricciones al automóvil, por ejemplo en el Día sin Coches.
En el campo de la biodiversidad, Ecologistas en Acción ha detectado retrasos y falta de avances en la puesta en marcha de leyes tan importantes como la de Patrimonio Natural y Biodiversidad, tanto desde el punto de vista del Gobierno central, como de los autonómicos, como reflejó en un informe propio.
En el plano internacional, la organización ha estado presente en los organismos de seguimiento de los convenios internacionales en Montreal y Nairobi, donde ha constatado los pobres resultados allí alcanzados. En este ámbito, las reuniones han estado marcadas por los intentos de mercantilizar la biodiversidad, ante lo que la confederación ha respondido con un potente seminario de formación.
Y todo esto en el contexto del año internacional de los bosques, que Ecologistas en Acción ha centrado en la lucha contra los incendios forestales.
En el plano de la comunidades autónomas y la biodiversidad, la nota más gris la pone la insistencia del Gobierno canario en la modificación de su Catálogo de Especies Protegidas para permitir la construcción del macropuerto de Granadilla, a pesar de la ilegitimidad del proceso, de su patente inutilidad y de las movilizaciones sociales.
La política de aguas del pasado Gobierno ha sido fuertemente regresiva, como ejemplifican la modificación de la Ley de Aguas rompiendo la unidad de cuenca, la concesión de una Declaración de Impacto Ambiental positiva para el embalse de Biscarrués, o al incumplimiento por parte de España de la Directiva Marco de Aguas.
En ese mismo campo, Ecologistas en Acción ha estado trabajando durante todo el año por una gestión pública del agua, integrándose en plataformas con este fin en Madrid, Barcelona o León.
El litoral español sigue estando amenazado como recoge, un año más, el Informe Banderas Negras, o la modificación de la Ley de Costas, o proyectos tan absurdos como el del puerto del Gorguel.
En el área de consumo el grupo ecologista ha abierto un nuevo frente sobre los impactos del turismo. Además del trabajo habitual sobre publicidad (Premios Sombra) o el Día Sin Compras.
En lo concerniente a la agricultura, lo más significativo ha sido la oposición de Ecologistas en Acción, junto a otros colectivos, a las propuestas de reforma de la Política Agraria Comunitaria que hay sobre la mesa, del mismo modo que a las respuestas que salieron del pasado Ejecutivo.
Pero también ha seguido estando en el centro de las luchas ecologistas el tema de los transgénicos, a través de argumentos científicos, informes propios y de la semana de lucha contra los transgénicos.
En el plano pesquero, Ecologistas en Acción ha aumentado su trabajo. Como consecuencia de ello está dando seguimiento a la reforma de la Política Pesquera Comunitaria. También está denunciando la deuda pesquera española. Un último campo de trabajo es el acuerdo con el sector pesquero para crear reservas pesqueras, como la de Cabo Roche.
A nivel de residuos, el año ha estado marcado por la aprobación de una decepcionante Ley de Residuos que no aborda ninguno de los principales desafíos que tenemos por delante: la reducción y el compostaje. Ecologistas en Acción, además, ha estado apoyando los sistemas de retorno de envases. Otra campaña que ha destacado ha sido la de "Mercurio 0".
La organización ecologista ha seguido teniendo un importante frente de actividad abierto en el plano urbanístico. Además de la lucha contra cientos de proyectos locales, este año ha puesto en marcha el “mapa de la especulación” para recoger y compartir la información contra el urbanismo depredador. Este mapa lo ha elaborado con una nueva herramienta a disposición de la ciudadanía: la Ecowiki.
Si hay un hilo conductor que conjugue todas estas campañas podría ser el de la búsqueda de un decrecimiento en el consumo de materia y energía por nuestra economía. Esto se ha expresado en el seguimiento a leyes como la Ley de Economía Sostenible. Pero también en la presentación pública de ideas recopiladas en libros como “Cambiar las gafas para mirar el mundo”, en la puesta en marcha de una oferta formativa relacionada con estos temas, o en la apuesta por la reducción del transporte motorizado, por citar algunos ejemplos.
Un elemento novedoso de este año ha sido la elaboración y presentación de alternativas agrupadas en los “Ingenios de Producción Colectiva”.
También en este sentido destaca la bajada del Ebro (Vive el Ebro) en bicicleta que, durante tres semanas, organizó Ecologistas en Acción. En esta campaña compaginó toda una serie de reivindicaciones bajo este paraguas decrecentista.
Todas (o casi todas) estas líneas de trabajo, Ecologistas en Acción las ha realizado tejiendo alianzas a nivel local con cada vez más sectores, como el de la pesca artesanal. Y también en el plano internacional, como la presencia de Ecologistas en Acción en el Foro por la Soberanía Alimentaria Nyelení-Europa, el encuentro europeo contra los transgénicos o en la creación de la European Public Water Network.
Las respuestas a la crisis social
A nivel social los recortes de derechos han sido la tónica del final de legislatura del PSOE, recortes que han venido también vía europea y del FMI. Un ejemplo claro ha sido el Pacto por el Euro.
Ecologistas en Acción ha centrado gran parte de su trabajo en presionar para que se salve al medio ambiente y a las personas, y no a la banca, tanto a nivel estatal como de la UE. Por ello ha realizado acciones en grandes bancos, ha participado en las movilizaciones contra la reforma de la Constitución con un discurso dentro del ecologismo social, está impulsando la campaña, en el marco de ¿Quién debe a quién?, por la auditoría de la deuda española para dejar de pagar la que ha sido contraída para la destrucción social y ambiental.
En los temas relacionados con el pacifismo, este año ha sido el del abandono definitivo de la lucha armada por parte de ETA, noticia de la que se alegra enormemente Ecologistas en Acción y que ha venido acompañada de la entrada de Amaiur en el Parlamento vasco y español.
Sin embargo, a nivel internacional, la política española no ha sido la de la paz, como ejemplifican la suma del Gobierno al escudo anti-misiles. Ante ello, Ecologistas en Acción ha seguido impulsando la campaña de objeción fiscal a los gastos militares, que año a año, va recabando más insumisos/as fiscales; y las marchas contra las bases militares andaluzas. Además también ha estado participando en las movilizaciones contra los bombardeos en Libia.
Las consecuencias a nivel organizativo
Tanta actividad no ha estado exenta de represión para el movimiento ecologista. Ejemplos son las multas impuestas a activistas de Ecologistas en Acción en Murcia, o los procesos abiertos a otros/as compañeros/as que se oponen al TAV. El intento de acallar la actividad ecologista también se ha plasmando en los ataques a activistas, por ejemplo en Extremadura.
Este año también ha sido en el que Ramón Fernández Durán, destacado miembro de Ecologistas en Acción y de la izquierda dijo su adiós a este mundo dejando un impresionante legado humano, activista y teórico.
A pesar de todo ello, la Confederación de Ecologistas en Acción goza de buena salud. Un ejemplo es la celebración en 2011 del 20 aniversario de la federación canaria. Otro es la realización en Barcelona de su V Congreso Confederal, del que emanan toda una serie de nuevos retos para los años venideros.
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