La única comunidad autónoma que tenía todas sus capitales unidas por AVE, Castilla-La Mancha, ha perdido la línea directa diaria que las conectaba. Renfe ha decidido eliminar, desde el 1 de julio, el AVE Toledo-Cuenca-Albacete (que pasa por Madrid) porque es inviable económicamente para la empresa pública por "demanda insuficiente".
Cada día se subían a esa línea directa sólo nueve viajeros de los 2.190 potenciales para ambos sentidos. "Un desastre", como lo definió en una rueda de prensa en Toledo el director general del área de viajeros de Renfe, Enrique Urkijo, quien explicó la decisión. "Renfe siente dolor cuando el tren pasea chapa", lo que los tres trenes AVE que enlazaban diariamente las tres ciudades han estado haciendo durante seis meses, desde que se inauguró la línea, que termina en Valencia. Traducido en dinero, a las arcas del Estado le costaba 18.000 euros cada día mantener el servicio desde que Renfe lo puso en marcha el pasado 19 de diciembre, lo que supone que más de 3 millones de euros de dinero público se han perdido en esta línea.
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