2022/04/10

La sexta revisión del IPCC podría ser la última posibilidad de limitar el calentamiento global en 1,5 ºC

· La pérdida de especies, las sequías, los fenómenos meteorológicos extremos y otra larga lista de impactos climáticos están sucediendo antes de lo que se había previsto. La inacción climática pone en grave peligro a muchas especies, entre ellas la humana, especialmente a las personas más vulnerables.


· Concluyen los grupos de trabajo del IPCC para el informe de síntesis que podría convertirse en el último que recoge la posibilidad de mantener el calentamiento global por debajo de 1,5ºC.

· Las conclusiones del grupo de trabajo III del IPCC señalan con claridad la necesidad de reducir las emisiones con mayor rapidez y profundidad de la que marcan los actuales compromisos.

Los grupos de trabajo del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) concluyen su mandato en el sexto proceso de evaluación de la situación climática mundial. Este proceso es un análisis de los principales avances en la ciencia climática. Se basa en tres ejes. El primero, terminado en agosto de 2021, sobre las bases científicas. El segundo, publicado en febrero de 2022, sobre los impactos y la adaptación. Y el último, recién publicado, sobre las políticas de reducción de las emisiones. Estos trabajos serán la base para el informe de síntesis final previsto para septiembre de 2022, que será una nueva constatación de la situación de emergencia actual y constatará que "las decisiones que tomen las sociedades ahora determinarán si nuestra especie prospera o simplemente sobrevive a medida que avanza el siglo XXI".

La realidad, a juicio de Ecologistas en Acción, es que estas advertencias han servido de muy poco. Las emisiones mundiales siguen creciendo año a año. Para la organización no alcanzar el pico de emisiones antes de 2020 es "una auténtica irresponsabilidad histórica de graves consecuencias", de la que lleva años avisando la ciencia. La Organización Meteorológica Mundial advierte de que existen al menos un 40 % de posibilidades de que se supere un incremento de la temperatura global superior a 1,5 ºC antes de 2026, lo que llevará a la desaparición de importantes ecosistemas y al agravamiento de fenómenos meteorológicos extremos.

El primer grupo de trabajo del IPCC ya alertó con gran preocupación de que se están activando procesos de degradación planetaria que acelerarán el cambio climático y llevará a atravesar importantes puntos de no retorno. La reciente y extrema ola de calor sufrida en el norte del planeta no solo ha traído efectos sobre la salud o graves incendios forestales, sino que además facilitan el deshielo y la liberación de importantes cantidades de gases de efecto invernadero. Unas evidencias que no son nuevas, como tampoco lo es que el paso del tiempo y la inacción están agravando y acelerando las consecuencias del cambio climático.

"El retraso en la acción climática significa muertes". Así valoraban las Naciones Unidas la publicación en febrero de los resultados del segundo grupo de trabajo. Este establece que los eventos meteorológicos extremos han causado la pérdida irreversible de muchos ecosistemas. Así, sobrepasar la barrera de 1,5ºC "causaría aumentos inevitables en múltiples peligros climáticos y presentaría múltiples riesgos para los ecosistemas y los seres humanos". Al menos 3.600 millones de personas viven en situación de enorme riesgo climático. Un riesgo que reproduce a su vez la enorme desigualdad global. Así lo subraya el informe: "La vulnerabilidad de los ecosistemas y las personas al cambio climático difiere sustancialmente entre y dentro de las regiones, impulsada por los patrones de desarrollo socioeconómico, el uso insostenible de los océanos y la tierra, la inequidad, la marginación, las situaciones históricas y actuales de inequidad como el colonialismo, y gobernanza".

Según las conclusiones de este último grupo de trabajo del IPCC, es necesario realizar reducciones más profundas y más rápidas de gases de efecto invernadero. El informe establece con claridad que las emisiones globales deben alcanzar su pico máximo antes de 2025 y alcanzar la neutralidad climática en el tercer cuarto de siglo. Los países más industrializados son quienes con mayor esfuerzo y rapidez deben realizar estas reducciones para evitar sobrepasar el 1,5 ºC. Las emisiones deben reducirse a la mitad en 2030. Además, los Estados más emisores, como el español, tendrían que estar prácticamente descarbonizados antes de mediados de siglo. Para ello este informe incluye numerosas medidas a desarrollar y reafirma la necesidad de un cambio sistémico como única forma de lograr las reducciones rápidas requeridas.

Esta ruta solo es posible a través de una reducción del consumo energético neto y la utilización casi exclusiva de fuentes de energía renovable, para lo que no existen atajos como las técnicas de captura y almacenamiento de carbono, que o son inviables o entrañan enormes riesgos o son considerablemente insuficientes dada la magnitud del problema. El IPCC señala que los esfuerzos de inversión necesarios para el cambio son entre tres y seis veces inferiores a los necesarios. El informe recoge que el mecanismo de solución de controversias entre inversores y Estados (ISDS, por sus siglas en inglés) es un gran obstáculo para las medidas de mitigación climática. La comunidad científica apunta concretamente al Tratado de la Carta de la Energía (TCE), un acuerdo exclusivo para el sector energético que, a día de hoy, ha permitido que cinco grandes energéticos demanden 4.000 millones de euros a cuatro países por sus medidas de descarbonización.

Estas conclusiones deberían forzar a incrementar la presión política para actuar sobre la base de la ciencia y cumplir con la acción climática urgente para mantenerse por debajo de 1,5 °C del calentamiento global. Sin embargo, Ecologistas en Acción recuerda que los países y las negociaciones climáticas anteriores se han negado a asumir los informes del IPCC y nada indica que esto vaya a cambiar, lo que a juicio de la organización elimina toda la credibilidad de los discursos de los gobiernos en las COP. La realidad de los actos es que la comunidad internacional ignora la ciencia climática y las obligaciones que de ellas se desprenden. La Unión Europea y el Gobierno español presentan objetivos alejados a la ciencia. En opinión de Ecologistas en Acción son cómplices de una irresponsabilidad de gravísimas consecuencias. 

La organización ecologista considera que este informe del IPCC debería ser una "bofetada de realidad" a toda la clase política, un freno a los grandes intereses fósiles que usan la lucha climática para continuar acumulando poder, y que suponen el combustible de las guerras y las violaciones de derechos humanos. La necesidad de reducir el consumo energético drásticamente en los próximos años y dejar los combustibles fósiles bajo el suelo es una llamada a la conciencia global para afrontar un problema sistémico con profundas raíces sociales, económicas, políticas y culturales. Una respuesta que se está dando desde numerosos colectivos como Rebelión Científica, que ha anunciado diversas acciones durante esta semana.

Ecologistas en Acción afirma que no existe solución posible dentro de un sistema económico basado en el crecimiento ilimitado, y mucho menos en seguir apoyando la transición energética en las mismas empresas. La actual situación en Ucrania ha dejado patente las graves consecuencias de la dependencia a los combustibles fósiles y a los gobiernos que el consumo actual está amparando. "La única salida posible pasa por impedir que el conflicto se utilice para imponer erróneas decisiones climáticas y frenar la urgente descarbonización de nuestras sociedades", ha manifestado la organización ecologista.

Para Ecologistas en Acción las conclusiones del IPCC son una enmienda a la totalidad a la inacción climática internacional y a un sistema económico productivista depredador de la vida. Este informe es una nueva llamada a reaccionar porque "ya está empezando a ser demasiado tarde", lo que refuerza el compromiso de la organización a seguir "en las calles, en los despachos y en los tribunales junto a todas las organizaciones, colectivos y personas que siguen en pie por un futuro frente a la emergencia climática".

2022/03/24

No nos callarán!

 




Mirad atentamente este vídeo.

Mirad a la personas que aparecen en él y oíd sus mensajes. Todas ellas tienen algo en común: invierten esfuerzo y su tiempo en proteger la tierra, la salud y la vida, en cuidar de forma altruista la casa común. No esperan nada a cambio.

Ahora, por denunciar las presuntas irregularidades de la MACROGRANJA DE CAPARROSO, están en una situación que no han buscado, que añade intranquilidad, incertidumbre y preocupación a su vida. Algo que no necesitaban, algo que parece profundamente injusto. David contra Goliat, les dicen. Ell@s ni siquiera tienen honda pero, con seguridad, van a seguir trabajando por un mundo más justo, mejor y más bello.

Apóyal@s firmando el manifiesto y acudiendo a las concentraciones en Pamplona:

📌 Sábado 26 a las 12:30 foto colectiva junto a la estatua de los Fueros (Pº Sarasate)
📌 Miércoles 30: Acto de Conciliación. A las 10:00 junto al Palacio de Justicia.

PLATAFORMA CONTRA LAS MACROGRANJAS DE NAVARRA


#StopGanaderíaIndustrial #NoNosCallaran

 


 

2022/03/15

Una ley foral de cambio climático insuficiente

El próximo día 17 de marzo se debatirá en el pleno del Parlamento de Navarra un nuevo texto de la Ley Foral de Cambio Climático y Transición Energética. El nuevo texto, fruto de largas sesiones de debate en el seno de la Comisión de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, ha mejorado notablemente el texto aprobado por el Gobierno de Navarra en septiembre de 2021. Pero en opinión de Ekologistak Martxan sigue siendo una ley que se queda corta ante la urgencia del cambio climático.

El nuevo texto tiene aún grandes carencias:

  • La principal laguna es que sigue ignorando la fiscalidad, herramienta esencial para reorientar formas de producción y hábitos de movilidad y consumo.

  • Elude el compromiso de establecer un objetivo vinculante de reducción de emisiones, haciendo una confusa referencia a los objetivos de reducción el 55% de emisiones que consagra el Pacto Verde Europeo.

  • Las medidas en los sectores más necesitados de reconversión, los que más aumentan sus emisiones es decir, la movilidad y el sector primario, remiten a soluciones tecnológicas o a planes de dudosa implementación; esto es, huidas hacia adelante que aumentan la brecha social.

  • La educación ambiental, que en el ámbito formal y no formal es clave en la transición necesaria, para entender la emergencia climática, y compartir la esperanza, las emociones y las prácticas exitosas, queda difusa, dependiendo de un plan de educación ambiental de incierto cumplimiento.

Como se ha dicho, el nuevo texto tiene cambios que mejoran el anterior. Estos son los más relevantes:

  • El texto que se debatirá pone plazos a la elaboración de reglamentos y planes a un proyecto de Ley que el Gobierno redactó deliberadamente inconcreto y declarativo.

  • Rescata obligaciones que desaparecieron de anteriores borradores como por ejemplo la de instalar sistemas fotovoltaicos en edificios existentes de más de 2.000m2 y en aparcamientos de grandes superficies, o como la de prohibir el suministro de gasóleo para calefacción en edificios residenciales y terciarios donde exista red de gas natural.

  • Establece el objetivo de que para 2030 el 25% de la tierra agrícola sea de gestión ecológica, algo que trasciende lo declarativo en la transición agroecológica, una transición tan importante o más que la energética.

  • Hay una cuestión que va a resultar clave en momentos que se aventuran de escasez y carestía: Garantizar el acceso universal de toda la población a un consumo mínimo vital de determinados recursos básicos, … de energía eléctrica, combustibles no carburantes y agua”.

  • Crea la Asamblea ciudadana navarra de Cambio Climático, aunque puede resultar un florero, ya que es deliberativa y sin el compromiso, como ocurre en otros países europeos, de acatar las propuestas más relevantes y consensuadas.

  • Introduce como obligatoria, en un plazo de dos años el que toda contratación pública incluya en sus cláusulas, la huella de carbono de productos o servicios.

Si obviásemos las carencias del texto y nos fijasemos en las mejoras introducidas, podría parecer necesario dar un voto de confianza al Gobierno de Navarra en la implementación de esta ley. Pero es que hasta la fecha el Gobierno no se ha hecho acreedor de la credibilidad de Ekologistak Martxan, ya que sus proyectos estandarte han sido y son macroproyectos desarrollistas que no hacen más que aumentar las emisiones: el TAV, el canal de Navarra, mina Muga, recrecimiento de Yesa, hidrógeno verde, coche eléctrico… Imaginemos por un momento la cantidad de proyectos agroecológicos, de implantación de envases retornables, comunidades energéticas, huertos urbanos, corredores ecológicos, carriles bici que se podrían impulsar con las millonada malgastadas y los fondos Next Generation.

Nos queda la duda del verdadero interés y capacidad del Gobierno de Navarra por desarrollar la ingente cantidad de planes y reglamentos en los exiguos plazos establecidos. Ése será el termómetro de su compromiso climático. Y es que vemos un Gobierno que hace muchos estudios, informes, planes, pero no es capaz de establecer medidas efectivas que frenen la escalada de emisiones de gases de efecto invernadero. Según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, desde 2014 hasta 2019 (últimos datos disponibles del inventario de emisiones por CCAA) las emisiones, salvo un leve descenso en 2018, no dejan de aumentar: un 14% entre 2018 y 2019.

A pesar de que probablemente esta sea la ley de cambio climático con mayor ambición y con más medidas concretas de todo el estado español, sigue siendo una ley que se queda corta ante la urgencia del cambio climático; una urgencia de acción climática y de necesario cambio de modelo que una vez más nos reclama el IPCC en su nueva entrega sobre impactos, adaptación y vulnerabilidad.

No hay respuesta esperanzadora ante el cambio climático sin cambio de modelo. Los cantos de sirena del coche eléctrico, el hidrogeno verde o los macroproyectos de energías renovables chocan una y otra vez contra los límites del planeta y la escasez de materiales. Por eso, es necesario y urgente un modelo basado en la sencillez, la contención y el decrecimiento.

Las instituciones tendrán a Ekologistak Martxan apoyando las medidas sensatas que apuesten por la reducción del consumo y las emisiones con justicia climática, es decir evitando que el peso de la transición pese sobre las personas de menores rentas y los países del sur. Pero nos tendrán enfrente en las falacias de macroproyectos teñidos de verde. Estaremos atentas a su cumplimiento. No podemos perder un minuto más.

Klima-aldaketari buruzko foru legea ez da nahikoa

Martxoaren 17an Klima Aldaketari eta Energia Trantsizioari buruzko Foru Legearen testu berria eztabaidatuko dute Nafarroako Parlamentuan. Testu berriak, Landa Garapeneko eta Ingurumeneko Batzordean izandako eztabaida saio luzeen ondorioz, nabarmen hobetu du Nafarroako Gobernuak 2021eko irailean onartutako testua. Baina, Ekologistak Martxanen iritziz, lege hori motz gelditzen da klima aldaketak dakartzan berehalako premien aurrean.

Testu berriak gabezia handiak ditu oraindik:

  • Hutsune nagusia da ez duela fiskalitatea kontuan hartzen, eta hori funtsezko tresna da ekoizpen-moduak eta mugikortasun zein kontsumo ohiturak birbideratzeko.

  • Ihes egiten dio emisioak murrizteko helburu lotesle bat ezartzeko konpromisoari, Europako Itun Berdeak emisioak %55 murrizteko ezartzen dituen helburuei erreferentzia nahasia egiten baitio.

  • Birmoldaketa handien behar duten sektoreetako neurriek, emisioak gehien handitzen dituztenek alegia, mugikortasunak eta lehen sektoreak irtenbide teknologikoak edo zalantzazko ezarpen planak dituzte; hau da, gizarte arrakala handitzen duten ihes itsuak.

  • Ingurumen hezkuntza, esparru formalean zein ez-formalean, giltzarria da beharrezkoa dugun trantsizioan, larrialdi klimatikoa ulertzeko eta itxaropen, emozio eta praktika arrakastatsuak partekatzeko. Baina legean lauso agertzen da, benetan beteko den ez dakigun ingurumen hezkuntzako plan baten arabera.

Erran bezala, testu berriak aurrekoa hobetzen duten aldaketak ditu. Hauek dira garrantzitsuenak:

  • Eztabaidatuko den testuak epeak jartzen ditu erregelamenduak eta planak egiteko; eta horrek hobetzen du Gobernuak nahita zehaztu gabe aurkeztu zuen lege proiektu deklaratibo hutsa.

  • Aurreko zirriborroetatik desagertu ziren betebeharrak berreskuratzen ditu testu berriak; adibidez, 2.000 m2 baino gehiagoko eraikinetan eta azalera handiko aparkalekuetan sistema fotovoltaikoak instalatzea, edo gas naturaleko sarea duten etxebizitzetan eta hirugarren sektoreko eraikinetan berokuntzarako gasolioaren hornidura debekatzea.

  • Helburua ezartzen du 2030erako nekazaritzako lurraren %25 kudeaketa ekologikokoa izan dadin. Horrek trantsizio agroekologikoaren aldeko asmo deklaratibo hutsa gainditzen du eta ezin dugu ahaztu trantsizio hori trantsizio energetikoa bezain garrantzitsua edo are garrantzitsuagoa dela.

  • Badakar kontu bat funtsezkoa izanen dena eskasia eta garestitzea nagusi diren uneetan: “Herritar guztiei oinarrizko baliabide jakin batzuen gutxieneko bizi-kontsumoa bermatzea: energia elektrikoa, hidrokarburoa ez duten erregaiak eta ura”.

  • Klima Aldaketari buruzko Nafarroako Herritarren Batzarra sortu du, nahiz eta gerta daitekeen apaingarri hutsa izatea, eztabaidarakoa baita eta, Europako bertze herrialde batzuetan gertatzen denaren kontrara, proposamen garrantzitsuenak eta adostuenak onartzeko konpromisorik gabea.

  • Bi urteko epean, kontratazio publiko guztiek beren klausuletan produktuen edo zerbitzuen karbono-aztarna sartzea nahitaezkoa izanen da.

Testuaren gabeziak alde batera utzi eta sartutako hobekuntzei erreparatuko bagenie, agian Nafarroako Gobernuari konfiantzazko botoa eman beharko litzaioke lege honen ezarpenean. Baina arazoa da orain arte Gobernuak ez duela Ekologistak Martxanengan sinesgarritasunik sortu, bere proiektu izarrek emisioak gehitzea baino ez baitute egin: AHT, Nafarroako Ubidea, Muga meatzea, Esaren handitzea, hidrogeno berdea, auto elektrikoa… Imajina dezagun zenbat gauza bultza zitezkeen xahutzen dituzten dirutzekin eta Next Generation funtsekin: proiektu agroekologikoa, itzultzeko ontziak erabiltzeko sistemak, energia-komunitateak, hiri-baratzeak, korridore ekologikoak, bizikleta bideak...

Zalantza dugu Nafarroako Gobernuak plan eta erregelamendu kopuru izugarria ezarritako epe laburretan garatzeko duen benetako interesaz eta gaitasunaz. Hori izanen da bere konpromiso klimatikoaren termometroa. Izan ere, azterketa, txosten eta plan asko egiten dituen Gobernua ikusten dugu, baina ez da gai berotegi-efektua eragiten duten gasen emisioen igoera geldiarazteko neurri eraginkorrak ezartzeko. Trantsizio Ekologikorako eta Erronka Demografikorako Ministerioaren arabera, 2014tik 2019ra bitartean (autonomia-erkidegoen emisioen inbentarioko azken datuak), emisioek gora egin dute, 2018an beherakada txiki bat izan ezik. 2018tik 2019ra %14.

Nahiz eta, seguruenik, hau izanen den Espainiako estatuko klima aldaketari buruzko lege guztien artean anbizio handiena duena edo neurri zehatz gehiena duena, oraindik ere motz gelditzen da klima aldaketaren larrialdiaren aurrean. Klima-ekintza eta eredu-aldaketa premiazkoak dira, eta berriz ere IPCCk eskatzen digu, inpaktuei, egokitzapenari eta zaurgarritasunari buruzko entrega berrian.

Ez dago erantzun itxaropentsurik klima-aldaketaren aurrean, eredua aldatu gabe. Auto elektrikoaren sirena-kantuek, hidrogeno berdeak edo energia berriztagarrien makroproiektuek talka egiten dute behin eta berriz planetaren mugen eta materialen eskasiaren kontra. Horregatik, beharrezkoa eta premiazkoa da soiltasunean, euspenean eta desazkundean oinarrituriko eredu bat.

Erakundeek Ekologistak Martxan taldea ondoan izanen dute, kontsumoa eta emisioak murriztearen aldeko neurri zentzuzkoei laguntzeko, hau da, trantsizioaren pisua errenta txikiagoko pertsonen eta hegoaldeko herrialdeen gain egon ez dadin. Baina berdez tindaturiko makroproiektuen falazietan aurrez aurre izanen gaituzte. Adi egonen gara. Ezin baitugu minutu bat gehiago ere galdu.