Por la incertidumbre técnica y la falta de acuerdo entre Nuclenor y el Ministerio
Ante el anuncio del Ministro Soria de que la central de Garoña (Burgos) se va a cerrar por motivos económicos, Ecologistas en Acción manifiesta que en realidad Garoña está acuciada por serios problemas técnicos que arrojan una enorme incertidumbre sobre la rentabilidad de los gastos que las reparaciones le suponen.
El Ministro Soria ha anunciado el cierre de Garoña para el 6 de julio, tal como estaba previsto desde diciembre de 2012, pero sostiene que el cierre se produce por "razones económicas" y no de seguridad nuclear dejando una puerta abierta para estudiar su situación.
Para Ecologistas en Acción, el cierre se debe a las enormes incertidumbres técnicas que existen por el estado degradado de la central. A los 130 millones de euros a gastar para introducir las reparaciones propuestas por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) en 2009, más las que se deducen de las pruebas de estrés, habría que añadir la posible construcción de una torre de refrigeración y las largas y costosas inspecciones necesarias en la vasija para comprobar si está sometida a los mismos problemas que la de la central de Döel 3 en Bélgica, que presentaba casi 2.000 fisuras.
A pesar de todas estas acciones, no se garantiza que no aparezcan nuevos problemas en Garoña, dado el lamentable estado en que se encuentra la central. Se sabe que el circuito primario está aquejado de problemas de corrosión, que las penetraciones de las barras de control también lo están... Cualquiera de estos elementos podría fallar en el futuro motivando, en el mejor de los casos, largas paradas y nuevos gastos en reparaciones. En el peor podrían dar lugar a un accidente.
Todavía le quedarían al Ministerio de Industria algunos días para emitir una nueva Orden Ministerial para prorrogar el cierre de Garoña, pero si la descarta es porque no ha llegado a un acuerdo con Nuclenor. Claramente, en estas condiciones de inseguridad técnica, las demandas económicas de Nuclenor para que le resultara ventajosa la explotación de Garoña son imposibles de satisfacer.
Ecologistas en Acción considera, no obstante, que el anuncio de Soria es una excelente noticia. El cierre de Garoña despejará la inseguridad de la comarca y de varias comunidades autónomas. Ahora es necesario que todos los agentes sociales piensen en el desarrollo de los pueblos y se pongan a trabajar para reducir el impacto económico del cierre en la comarca y entre los trabajadores. El tiempo de desmantelamiento de la central permitirá ir tomando iniciativas que permitan un desarrollo local.
Ecologistas en Acción celebra que las exigencias de seguridad de la sociedad española conduzcan al final al cierre, aunque lamenta el extraño y opaco proceso al que hemos asistido. Tras el cierre de Garoña, se debe ir pensando ya en el cierre escalonado del resto de las centrales nucleares, puesto que son perfectamente prescindibles dado el exceso de potencia instalada en nuestro sistema eléctrico.
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