Ekologistak Martxan considera esencial impulsar el Programa de Recuperación del oso pardo en el Pirineo, especie de protección prioritaria según la Comisión Europea.
Exigimos al Gobierno de Navarra que cumpla con su responsabilidad legal y competencia jurídica en la recuperación del oso pardo preservando el patrimonio natural y todas las oportunidades presupuestarias (fondos europeos LIFE) que faciliten un futuro para el oso y las personas que habitan en el Pirineo.
Le recordamos al Gobierno de Navarra que la referida competencia jurídica y legal ante la comisión europea es exclusivamente suya (ni de ayuntamientos, ni de Juntas…) y que su obligación con el oso pardo persiste con o sin apoyo de la Junta del Valle, con o sin financiación LIFE (si es con fondos LIFE mejor, en la medida en que habrá más recursos económicos para la protección de los rebaños de ovejas y la cohabitación). Estamos hablando de una oportunidad, el LIFE, que reportaría cientos de miles de euros al territorio, con la está cayendo.
Para el Gobierno foral recuperar el oso pardo en Navarra es además una obligación democrática, ya que es el mandato expresado por el Parlamento el pasado mes de enero.
La supervivencia del oso es esencial, se trata de un animal emblemático de nuestro Pirineo, uno de los máximos exponentes de la rica biodiversidad de nuestra tierra. Está íntimamente ligado a nuestra cultura y tradiciones, y es un indicador de la calidad del entorno natural en el que vive.
La recuperación del oso pardo, además, fortalecerá un sector económico en auge como el ecoturismo. El cambio de mentalidad que se ha observado en los últimos años en Riaño o el valle de Aran, donde han pasado de rechazar al oso a defenderlo, ha sido debido en gran medida a que sus habitantes han visto en el oso una figura que refleja los valores naturales de su tierra y una oportunidad de futuro para el sector turístico. El oso es ya un icono internacional de calidad natural.
Hasta ahora la política del Gobierno de Navarra en cuanto al oso se ha limitado a conservar su hábitat e indemnizar a los ganaderos por los ataques al ganado. Este Plan de Recuperación del Oso Pardo en Navarra actualmente es insuficiente, y debe ser actualizado y adaptado (así lo acordó el Parlamento) a las directivas europeas para recuperar la especie: sigue siendo necesario conservar su hábitat pero hay que dar más pasos en el propósito de compatibilizar usos ganaderos con la protección de la especie, y el propósito de impulsar su potencial como dinamizador del turismo sostenible. Es necesaria la introducción de, al menos, dos osas para reforzar la exigua población actual de la zona occidental del Pirineo (compuesta sólo por dos machos). Si no es posible traerlas de la Cordillera Cantábrica (el futuro de la especie allí no está garantizado) tendrá que ser de Eslovenia, país que sí dispone de efectivos suficientes.
A pesar de ciertos e intencionados rumores falsos, los osos de Eslovenia (que para que lo situemos en el mapa limita con Italia y Austria) no son ni más ni menos agresivos y carnívoros. Los osos del sur y centro de Europa pertenecen a la misma especie: el oso pardo europeo (Ursus Arctos Arctos). Esta especie se extendía por la mitad sur de Europa (desde el nivel del mar hasta la alta montaña), y debido a la sobrecaza y destrucción de hábitats quedó aislada en los sistemas montañosos europeos (Cárpatos, Alpes, Pirineos, Cordillera Cantábrica...). Son los mismos osos, y los estudios y estadísticas demuestran que el resto de osos europeos no depredan más ovejas que los osos originarios del Pirineo. Sin ir más lejos, en Navarra, el oso Neré, de origen esloveno, no está atacando más ovejas de las que atacara el pirenaico Camille. Nuestro oso pardo europeo, tres veces más pequeño que el oso pardo americano o Grizzly, no presenta problemas de cohabitación con el ganado caballar ni el vacuno.
Este tipo de reintroducciones (en este caso se trata del reforzamiento de un población de oso pardo ya existente en Pirineos para garantizar su viabilidad) que persiguen la conservación/recuperación de especies autóctonas en peligro de extinción se han demostrado beneficiosas. Sin ir más lejos, en Navarra los magníficos ciervos de Quinto Real, Irati y Roncal proceden de sueltas realizadas por Diputación en la década de los 50 con ejemplares procedentes de Andalucía. De igual manera también nosotros, con poblaciones saludables de rapaces como el buitre y el milano real, exportamos a otros lugares como Gran Bretaña para reforzar sus exiguas poblaciones.
Las ayudas económicas que hasta ahora daba el Gobierno de Navarra iban destinadas a indemnizar las perdidas por ataques al ganado ovino y a pagar al ganadero por encontrarse en zona “osera”. El LIFE contempla un sistema de ayudas que no va directamente al bolsillo de los ganaderos de ovino sino que sirve para prevenir los posibles ataques a los rebaños. Así, hay partidas económicas destinadas a contratar pastores, arreglar cercas, chabolas, comprar mastines… Está demostrado (en los propios Pirineos) que la aplicación de estas medidas preventivas reduce casi a la nada la incidencia del oso en los rebaños así como el resto de predaciones (zorro, buitre, perros incontrolados…). En definitiva, se trata de un dinero que sirve para compatibilizar la vida del ganadero con su entorno natural, con la fauna salvaje y fauna salvaje va a seguir habiendo, cada vez más, estén protegidos o no los rebaños. Protegerlos (si es con LIFE será más fácil) no es una opción, es la opción de futuro para la ganadería pirenaica.
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